COMO PERCIBO
MI DOCENCIA
Soy docente
por convicción y
decisión, ya que
siempre tuve el
deseo de serlo y trabajar con
niños, en especial
preescolares, nuca imagine
que esto implicaría
un arduo trabajo y sobre
todo dedicación por
ejercer la docencia ,
no sólo detrás
de un escritorio sino
con el gran compromiso de formación
de seres humanos
capacitados y con
valores teniendo un
acercamiento directo con
su entorno social
y familiar para
valorar la forma
de intervención docente
pertinente para
aquellos pequeños que algún
momento estarían en
mis manos, esto motivo
que decidiera cursar la
Licenciatura en educación preescolar
en la escuela normal “Profr. Fidel Meza y Sánchez” en año
2002 y la cual
concluí en el
año 2006, año
en el que
presente examen de
oposición, ingresando al servicio
docente en el año
2007 en el
Jardín de Niños
turno vespertino del C.E. “Pdte. Juan N. Méndez”; al
cabo de casi
un año y
por cuestiones ajenas
a mi desempeño
docente me ubicaron
en la zona
43 de preescolar
estatal de Zacatlán asignándome funciones de
supervisión, que un
primer momento no
pude desarrollar por
necesidades del servicio,
ya que en
el sector había
escuelas que no
contaban con docentes y
por lo cual
estuve al frente
de esos grupos; al
paso de algunos
meses y luego
de haber estado
como educadora en
la localidad de Tlamaya
Chico por seis
meses , regrese a
la zona 43
de Zacatlán a retomar mi
función como asesor
técnico pedagógico, teniendo
la oportunidad de
capacitarme mediante diplomados,
talleres y cursos
para brindar un
acompañamiento oportuno a
las escuelas con
mayor necesidad, además
de ofrecer capacitación
y orientación a
las educadoras de
la zona respecto al
trabajo docente, diseño de
situaciones didácticas y
programas, tuve la
oportunidad de visitar
las escuelas de
la zona y
conocer las problemáticas que
las aquejaban atendiendo
oportunamente sus demandas sin
dejar a un lado
las cuestiones administrativas que
de cierta manera
iban en aumento
y requerían de
inversión de tiempo.
Hace
ya diez meses obtuve mi cambio
al sector 27
de preescolar estatal
en Huauchinango donde
actualmente me encuentro,
desempeñando con orgullo
la función de atp
y rescatando mucho
de lo que
aprendí como atp
de zona, ya
que gracias a
esa oportunidad he
fortalecido mis competencias
como asesor técnico
pedagógico en relación con
el conocimiento de
los procesos de aprendizaje de
los alumnos, problemas
y políticas de la
educación, planes y programas
de estudio , funcionamiento del
sistema educativo, así como
de gestión y organización
escolar,, procesos de asesoría
y mejora educativa, trabajo colaborativo,
uso de tecnologías,
diseño de proyectos
de intervención a
problemáticas escolares, entre otras.
Es por
todo lo anterior
que considero que
ser asesor técnico
pedagógico no es
tarea sencilla; ya
que constituye un
proceso sostenido de
ayuda y de
acompañamiento mediante acciones orientadas
a la mejora
de las prácticas
profesionales de los
docentes, directivos y eventualmente
de los padres
de familia.
Asesorar supone,
a la vez, un
proceso de desarrollo
personal y profesional para
quienes participan en él,
no sólo
para las personas
asesoradas, por ello se
constituye como una
alternativa para impulsar
la mejora educativa. Lamentablemente aunado
a los esfuerzos
que se han hecho en
relación a la
asesoría académica, todavía
existen ciertas
limitaciones, ya que
aunque es considerada un eslabón de
la cadena operativa,
las funciones siguen
siendo determinadas por los
criterios de la
autoridad superior, fungiendo
en muchas ocasiones
como ayudantes , sin
voz ni voto y
mucho menos en
las escuelas para tomar
decisiones, cumpliendo el
rol sólo de operador; cabe aclarar
que no es mi caso
en particular pero
si es una
de las problemáticas del
ser atp; y
esto se convierte
en un motivo
de insatisfacción, por la
falta de identidad y reconocimiento del asesor
tanto para si
como por otros agentes
del sistema educativo,
por lo que
es necesario revalorizar
la función de
atp y su
contribución en la
mejora de las
prácticas profesionales de los docentes
y el buen
funcionamiento de los
centros educativos.
El hecho
de que en mi
sector se esté
tomando en cuenta
la función asesora de
los atp que lo conformamos, es
motivo de gran
satisfacción, ya que
independientemente de las cuestiones administrativas, tenemos
libertad de acción, desde
la participación en
consejos técnicos, visitas a
escuelas, asesoría y acompañamiento a
los jardines de
niños con mayor
necesidad, participación en planes
de mejora de
dichos jardines, diseño de
proyectos de los programas
federales y estatales para
vincularlos con el diseño
de situaciones didácticas, promover la
participación de las escuelas
en actividades masivas
como “premio al docente
innovador, experiencias
exitosas, ferias educativas,
maratones de lectura” etc, siempre respaldados
por el equipo de
supervisores y jefa
de sector , los cuales
han tenido a bien darnos
un voto de
confianza para el
desempeño eficaz de
nuestra función y que hasta
el momento ha
rendido grandes frutos en relación a la
mejora educativa.
Sólo espero
que esta oportunidad
de ser asesor
siga contribuyendo a impulsar
los procesos de
mejora en los
jardines de niños.
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